En ella puedes encontrar firmas como <strong>Pedro del Hierro, Milano, Cortefiel, Women’s Secrets, Springfield</strong>… a precios más que apetecibles. Fifty Factory no es una web de ventas flash, por lo que no realiza campañas puntuales de determinadas marcas. Únicamente vende las propias. No es necesario hacerse socio para poder ver las ofertas, pero sí, como en todas, darte de alta en la web para poder realizar pedidos. Lo verdaderamente ventajoso es el precio, así como unos gastos de envío muy económicos y la posibilidad de devolver las prendas en un centro Cortefiel, si no quedas satisfecha con la compra. Esto en cuanto a los puntos fuertes. Los débiles aparecen cuando se presenta algún incidente.
En esta ocasión, fue la dificultad que encontré para canjear un código de descuento de cumpleaños que me habían enviado por email. Esta web, envía, de cuando en cuando, vales de descuento con motivo de algún aniversario,o evento, que se pueden aplicar a un pedido con un determinado importe mínimo y obtener así, una reducción del precio final. Cuando fui a utilizarlo, el sistema no me lo reconocía.
En estos casos, lo suyo es contactar con el Servicio de Atención al Cliente (CAT). Así, procedí a comunicarme telefónicamente. En esta primera toma de contacto, me dijeron que debía escribir un email, comentando el incidente y recibiría respuesta. Lo hice según me indicaron. Pasó una semana y no había recibido respuesta. Lógicamente, las respuestas por mail deben tener un plazo máximo de tiempo, ya que se trata de cuestiones puntuales.
Durante varios meses estuve escribiéndoles y reclamando una solución a la incidencia. Únicamente recibí respuestas «tipo» que no se ajustaban a mi solicitud. Me enfadé mucho, tanto por email como por teléfono, pues por ningún medio me daban respuesta. Te puedo asegurar que ya no era el hecho de que pudiera emplear el cupón o no, sino la manera tan deplorable en la que había sido tratada
Para compensarme, me ofrecieron otro cupón que, ¡¡Oh, sorpresa!!! ….¡¡¡Presentaba el mismo problema!!!… Me pareció una tomadura de pelo considerable, pero no me apeteció lo más mínimo volver a comenzar de nuevo todo el periplo de llamadas y reclamaciones. El caso es que no pude utilizarlo, y este cabreo me llevó, durante mucho tiempo, a no volver a visitar la web. ¿Para qué iba a hacerme mala sangre cuando podía comprar en otras sin tener que enfrentarme a los problemas de un servicio postventa deficiente?
Te cuento esto para que tengas presente que en un site es tan importante su oferta de producto como su atención al cliente: durante y tras la compra. Y eso no quiere decir que no sea una web fiable y que se pueda comprar en ella con confianza. Es únicamente que en ocasiones, las cosas no funcionan debidamente. Bien las cuestiones técnicas, bien la actitud de los agentes, bien la política de la web, pueden dar al traste con una buena experiencia de compra.
¿Te ha ocurrido algo similar? ¿Cómo lo has solventado?